miércoles, 28 de enero de 2009

El Banco de España permite a los bancos 'tunear' las cuentas para evitar quiebras futuras

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@Eduardo Segovia - 28/01/2009 06:00h

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El Banco de España permite a los bancos 'tunear' las cuentas para evitar quiebras futuras
el gobernador del Banco de España, M.Á. Fernández Ordóñez (Efe).
El Banco de España está negociando uno a uno con los bancos y cajas de ahorros españoles la presentación de sus cuentas del cierre de 2008 y de los dos primeros trimestres de 2009, con el fin de que amorticen la mayor cantidad posible de los activos 'tóxicos' que tienen en balance, según fuentes de toda solvencia. Esta amortización tiene dos límites: evitar que ninguna entidad quiebre en el futuro y que tampoco lleguen a entrar en pérdidas. Según las fuentes citadas, el Banco de España se conforma, de momento, con que reduzcan el beneficio a la mínima expresión.

"Se trata de tunear las cuentas para que vayan limpiando el balance poco a poco, lo que se conoce como negociar el calendario de amortización de los activos malos, pero sin llevar a ninguna entidad a la quiebra", explica una de las fuentes consultadas (porque si el supervisor que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez obligara a amortizar de golpe todos esos activos, unos cuantos bancos y cajas quebrarían de inmediato). "Ninguna entidad va a dar sus cuentas sin tener el visto bueno del Banco de España", confirma un portavoz de Caja Castilla-La Mancha. Según ha publicado El Confidencial al menos una docena de entidades no cumple el coeficiente de solvencia.

Estos activos tóxicos no son derivados de crédito ni titulizaciones de hipotecas subprime, sino básicamente créditos a promotores inmobiliarios, aunque también comprenden participaciones en el capital de empresas -casi todas del ladrillo- créditos al consumo y algunas hipotecas. Estos activos deben provisionarse por dos motivos: morosidad por causas objetivas (cuando se ha producido impago y se aplica el calendario de amortización establecido en la norma para cada tipo de crédito), lo que se conoce como provisión específica, o morosidad por causas subjetivas, que es cuando hay motivos para pensar que se va a producir inevitablemente un impago (provisión subestándar).

Morosidad por causas subjetivas

Por ejemplo, en el crédito promotor suele haber un período de carencia de seis meses o un año; si en ese período la inmobiliaria no ha vendido un piso, es evidente que va a incurrir en impago. Esta amortización por causas subjetivas es la que acumula el grueso de las pérdidas potenciales de los bancos, y es conocida por el Banco de España después de las exhaustivas inspecciones a que ha sometido al conjunto del sector durante 2008. Ahora, negocia con cada una cómo distribuir en el tiempo esa amortización.

Por ponerlo con cifras: supongamos que un banco o caja pretende dar un beneficio de 100, pero el Banco de España ha descubierto que tiene activos tóxicos por valor de 700; si le obliga a mortizarlo todo de golpe, le lleva a la quiebra; por eso, le pide reducir el beneficio de 100 a 10 y le obliga a meter los otros 90 en provisiones para poder ir amortizando estos créditos incobrables. Lo mismo hará en marzo y en junio, y entonces, en función de la evolución de la crisis, se planteará otras medidas.

Retrasar el problema

Como adelantó El Confidencial, el Banco de España va a esperar hasta tener las cuentas del primer semestre para decidir si interviene alguna entidad. Una intervención que sólo se produciría en un caso extremo, puesto que hay muy pocos empleados del supervisor con experiencia en intervenciones y, además, MAFO espera que, para entonces, la crisis haya amainado un poco y permita respirar un poco a la banca. Por otro lado, el Gobierno se ha dotado de la capacidad para inyectar capital en las entidades mediante la emisión de acciones preferentes.

Esta solución supone aplazar el problema y permite a las entidades y al Banco de España ganar tiempo, pero está lejos de resolverlo. En una entrevista con El Confidencial, el gestor de Bestinver Francisco García Paramés criticaba esta forma española de enfrentarse a la crisis financiera e inmobiliaria sin coger el toro por los cuernos, la contraponía a la de los países anglosajones y pedía un ajuste de los activos a su valor razonable.

"La clave es cuál es el valor de mercado de los activos", sentencia una de las fuentes consultadas. En las últimas semanas los principales medios internacionales han abogado por soluciones mucho más drásticas, entre ellas el modelo sueco que explicaba S.McCoy el sábado pasado: que el Estado compre a los bancos sus activos tóxicos a valor de mercado y que las entidades asuman las pérdidas correspondientes; posteriormente se deja quebrar a las que no sean viables e inyecta capital a las inviables.